jueves, 7 de enero de 2010

MERSEYSIDE MYSTERY TOUR


“Quiero hablarles de un lugar muy especial para mí. Un lugar tremendamente entrañable. Con muchísima alma. También es un lugar del cual el fútbol le debe mucho. Les hablo de Liverpool…” con estas palabras introducía Michael Robinson uno de sus ‘Informe Robinson’. El fondo musical que acompañaba a este speech se lo dejaba a ‘In my life’, del cuarteto más conocido de Gran Bretaña. Pues bien, parafraseando al mítico 10 Red, empezaré hoy.

Estoy en las horas previas de uno de los fines de semana más interesantes de mi vida. Los que me conozcáis bien sabréis que desde pequeño le tengo un especial cariño a Merseyside. Siempre tuve varios sueños que cumplir en esa ciudad. Uno era poder disfrutar de sus calles en primera persona. Poder visitar el interior de uno de los estadios con más historia del fútbol mundial. Acercarme lo máximo posible a las raíces del cuarteto más influyente de la historia de la música. Y como no…to have a pint en The Cavern escuchando buena música. Todo esto lo cumplí de una tacada en mi primera visita en 2008. Ahora solo me queda uno por cumplir. Siempre soñé con el momento en el que pudiera escuchar ese entrañable ‘You’ll neve walk alone’ en un encuentro importante de la mejor liga del mundo. Pues bien, si la meteorología no nos juega una mala pasada, mañana partimos con destino John Lenonn’s Airport. El objetivo era presenciar uno del los mejores encuentros que se pueden vivir este año el la Premier League (pese al irregular año del equipo de Don Rafael). Y ya es oficial. Estaremos en las gradas de la tribuna de prensa en el duelo entre los rojos y el Tottenham Hotspur. A muy pocos puntos de distancia en la tabla y con el morbo de ver la vuelta de Robbie Keane y el ‘Esparrago’ Crouch, esta vez con camiseta blanca. Son casi veinticinco años de espera… ya queda menos.

Esa es la parte futbolística, pero la cultural me atrae incluso más. Algún día contaré lo complicado (pero agradable) que está siendo montar este fin de semana, con el añadido de no saber aún a día de hoy si mañana nuestro avión despegará (cosas de la nieve). Es algo así como un ‘Merseyside Mystery Tour’…aun nadie sabe qué ocurrirá..

No tiene mucho sentido que sea yo quien diga que hay cosas para ver en una ciudad que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por eso me limitaré a los lugares con los que yo más disfruté. Y es que si visitáis alguna vez la ribera del río Mersey no debéis dejar de pasear por su centro neurálgico. Mathiew Street es archiconocida pero tiene muchas más. Callejear por allí es una gozada. Bordear Queen’s Square o sentarte a comer algo en St. John’s Garden es muy recomendable. Pero os trazaré una ruta rápida que os apasionará seguir. Todo lo comenzamos en Dale Street, a muy pocos metros del Radio City Tower, el punto de referencia más claro de la ciudad. Si bajamos dirección al mar, nos toparemos con el Town Hall (Ayuntamiento para los amigos) sobre la cúpula del cual está situada como remate la Estatua de Gran Bretaña, lo dejaremos atrás y la calle cambiará de nombre para tomar Water Street, seguiremos caminando. Entre un sin fin de construcciones típicas inglesas (y sin contar una llamativa discoteca gay – Pink), al fondo de nuestro camino se empezará a apreciar la silueta de uno de los edificios más carismáticos de allí. Y es que el Royal Liver Building, construido en 1911 tiene sobre sus dos torres a los símbolos de la ciudad, the Liver Birds. Un macho y una hembra que vigilan desde lo alto, ella al mar y él la ciudad. Cuenta la leyenda popular que ella vigila el mar para que vuelvan sanos los marineros que salen a faenar y él vigila la ciudad para que los pubs siempre estén abiertos.
Una vez allí estamos en the Strand Street, la cual nos llevará directamente y andando un poco más, a las dársenas del puerto. Os recomiendo Albert Dock en cuyo interior encontraremos otras dos joyas de esta ciudad del nor-oeste inglés; el Merseyside Maritim Museum y The Beatles Story, el museo de The Big Four el cual vale muy mucho la pena visitar.
Aquí acabará nuestro viaje por hoy y valga como previa de mi visita a esa maravillosa ciudad. Ya os contaré cómo ha ido y si hemos cumplido objetivos. Pero antes de nada me sentaré en uno de los bancos de madera del Everton Terrace y miraré entre la bruma el skyline de una de las ciudades que siempre he llevado en el corazón.

Ya queda menos para cumplir el sueño. Un Abrazo.